La importancia del ejercicio terapéutico en la prevención de las caídas

La importancia del ejercicio terapéutico en la prevención de las caídas

  • 23/09/2022

Un artículo de Beatriz Peña Fernández Fisioterapeuta del Colegio de Fisioterapeutas de Madrid.

Muchas veces resulta complicado dar una definición precisa de síndrome geriátrico, dado que agrupa un conjunto de circunstancia heterogéneas que dan lugar a situación similar. Es un proceso complejo y que nunca aparece aislado. Así, se debe entender como una serie de enfermedades con gran prevalencia en el anciano que provocan incapacidad funcional o social.

La inestabilidad y las caídas, como el resto de síndromes, originan un empeoramiento de la calidad de vida de las personas que lo padecen. Esto es debido a que se produce una merma en su independencia que condiciona la asistencia y supervisión de terceros en las actividades básicas de la vida diaria. Además, en muchos casos la presencia de inestabilidad y caídas en las personas mayores provoca una mayor necesidad de asistencia sanitaria, con recursos asistenciales como centros de día o instituciones geriátricas.

Podríamos decir que la instabilidad y las caídas es uno de los síndromes de mayor importancia, por su factor de fragilidad y por su prevalencia. Aproximadamente, el 30% de los adultos mayores de 65 años sufren caídas y este porcentaje se incrementa en un 10% cada 5 años. Además, es un fenómeno que se retroalimenta, ya que un historial de caídas es un factor de riesgo para sufrir futuras caídas. Este fenómeno aumenta considerablemente en ancianos institucionalizados hasta llegar a un 50%.

Para mantener la estabilidad corporal se requiere interacción entre la parte sensoriomotora, visual, vestibular, cognitiva y musculoesquelética. Esto logra la orientación y el equilibrio postural. Estos dos procesos hacen que se tenga la capacidad de controlar activamente la alineación y el tono del cuerpo en función de la interpretación de los estímulos recibidos de los sistemas sensoriomotores los cuales permiten mantener el centro de la masa corporal.

Factores de riesgo implicados en las caídas

Dentro de los factores de riesgo de caídas, podemos dividirlos en factores extrínsecos e intrínsecos.

Entre los factores extrínsecos se encuentran el mobiliario inestable, terrenos o suelos irregulares o iluminación insuficiente.

Como factores intrínsecos que predisponen la presentación de caídas frecuentes son:

  • Caídas previas.
  • Uso de sedantes o hipnóticos.
  • Polimedicación.
  • Parkinson
  • Accidentes cerebrovasculares.
  • Demencia.
  • Déficit en la funcionalidad de miembros inferiores.
  • Uso de ayuda técnicas
  • Dificultad para levantarse de una silla
  • Deficiencia neurosensorial.
  • Mala adaptación al ambiente.

 

Valoración de la marcha y equilibrio: clave para el planteamiento terapéutico

Muchos de estos factores están directamente relacionados con la marcha y el equilibrio. A ello se debe que tenga gran importancia la valoración de la marcha y el equilibrio con escalas estandarizadas que nos indiquen el riesgo potencial de sufrir una caída. Así podremos establecer qué aspectos podremos trabajar en rehabilitación.

Aunque existen numerosas escalas para la valoración de la marcha y equilibrio, una de las más usadas es la escala Tinetti, que consta de dos partes. Una que evalúa el equilibrio y otra que evalúa la marcha.

En la parte de equilibrio se valoran los siguientes aspectos con una puntuación total de 16:

  • Equilibro en sedestación.
  • Levantarse.
  • Intentos para levantarse.
  • Equilibrio inmediato al levantase.
  • Equilibrio en bipedestación.
  • Equilibrio al empujar.
  • Equilibrio con los ojos cerrados.
  • Giro de 360º
  • Sentarse.

En la parte de marcha se valoran los siguientes aspectos con una puntuación total de 12:

  • Comienzo de la marcha.
  • Longitud y altura del paso.
  • Simetría del paso.
  • Continuidad de los pasos.
  • Trayectoria de la marcha.
  • Posición del tronco durante la marcha.
  • Base de sustentación en la marcha.

La puntuación total de la escala es de 28, una puntuación por debajo de 19 puntos supone un alto riesgo de caídas. Esta escala es especialmente interesante dado que se evalúan precisamente los factores relacionados con la marcha y el equilibrio que más riesgo conllevan de caídas; tales como la necesidad de usar los brazos para levantarse o sentarse, el uso de ayudas técnicas para mantener el equilibrio estático, el aumento de la base de sustentación durante la marcha, la flexión de rodillas, tronco o cadera durante la marcha y el hecho de no elevar los pies del suelo.

Una vez que conocemos bien los factores alterados en la marcha podremos adecuar nuestra intervención terapéutica, adaptar el entorno y valorar en ciertos casos el uso de ayuda técnicas que permitan una mayor autonomía en la marcha y mejoren el equilibrio dinámico durante la misma.

El ejercicio terapéutico: fácil, accesible y eficaz

Como parte de una intervención terapéutica para mejorar dichos aspectos debemos considerar el ejercicio terapéutico como clave para mejorar el equilibrio dinámico y estático. El Programa de Ejercicios de Otago (OEP) es el programa de caídas más difundido. Este programa incluye ejercicios de fuerza y equilibrio con una progresión en los pesos y en el número de series realizadas, asociándolos a ejercicios de marcha. Se recomienda realizarlos tres veces por semana y acompañarlos de caminatas al aire libre unas dos veces por semana.

Consta de 3 partes, ejercicios de calentamiento, fortalecimiento y equilibrio.

Calentamiento: 10 repeticiones de cado uno de ellos.
Fortalecimiento: 20 repeticiones con cargas entre 1 kg y 2 kg.
Equilibrio: 1 serie de cada ejercicio.

Este programa de ejercicio terapéutico constituye, debido a su fácil realización, una terapia sencilla y de bajo coste que se puede realizar tanto a en casa como en instituciones geriátricas; de manera autónoma o con ayuda y supervisión de un profesional.

Podemos concluir que la presencia de inestabilidad y caídas en las personas mayores constituye un problema multifactorial el cuál ha de ser valorado y tratado para reducir su impacto en la calidad de vida de la persona. Es de especial relevancia mantener una actividad física regular en la etapa adulta, lo que previene alteraciones en el equilibrio y mantiene una buena masa muscular.

Fuente: Gericatrea

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