¿Cómo debe hacerse un automasaje neuromuscular?

¿Cómo debe hacerse un automasaje neuromuscular?

  • 17/01/2023

Los automasajes son una buena manera de relajar nuestros músculos y recuperarnos tras un esfuerzo intenso.

Muchas veces podemos querer o necesitar un agradable masaje, pero no podemos permitirnos ir al fisioterapeuta por diferentes razones. Y ante estos casos una alternativa que tenemos es la del automasaje neuromuscular.

Esta técnica consiste esencialmente en hacernos el masaje nosotros mismos. Necesitaremos unos pocos elementos físicos externos para poder realizarlo, pero una vez que los tengamos, podremos repetir el proceso tantas veces como queramos. Esta es la mejor manera de lograr el objetivo de relajar el tejido muscular sin la necesidad de contar con la ayuda de otra persona.

Automasaje neuromuscular

Pueden utilizarse elementos externos a la hora de realizarse un automasaje muscular.
Como en los masajes normales, lo que buscamos con esta técnica es realizar presión fluctuante y fricción sobre los vientres musculares. No se trata simplemente de presionar. Queremos que la presión vaya de menos a más, y que recorra toda la longitud del músculo. Es decir, no deseamos trabajar ni huesos, ni tendones ni ninguna otra estructura ajena al tejido muscular. Por lo tanto, primero deberás informarte exactamente hasta dónde llegan los distintos músculos para asegurarte de no comprimir los tendones y otras estructuras adyacentes que nada tienen que ver.

Dicho esto, lo que buscamos es sentir presión entre suave y moderada. Si notamos una presión fuerte o dolor, algo estamos haciendo mal. En este caso, debemos interrumpir el proceso y volver a empezar.

Elementos externos que podemos utilizar

Para realizar los ejercicios que vamos a detallar a continuación para el automasaje neuromuscular, vamos a necesitar algunos de los siguientes elementos:

Pelotas. Hablamos de pelotas de mayor o menor firmeza, que se dejen aplastar más o menos. Podemos tener varios de distintos tamaños para ayudarnos a trabajar distintas partes del cuerpo. Con ellas conseguiremos una presión localizada y fácilmente desplazable a lo largo del vientre muscular.

Rodillos. Son elementos que van rellenos de espuma y son más grandes y alargados que las pelotas. También se pueden adquirir de mayor o menor dureza, y servirán para trabajar los músculos de manera más global.

Otros. Existen otros complementos como los rodillos de mano, rollers o incluso cojines, que son básicamente otros aparatos de distintas formas para diferentes partes del cuerpo. Los dos primeros son más pequeños y alargados, y los utilizaremos sobre todo para las plantas del pie o las manos.

Como uno de los objetivos que buscamos con el masaje es trabajar el sistema sensorial, todos estos elementos se pueden comprar con púas. Es decir, pequeños ‘pinchos’ que salen del elemento, que aportará un extra de sensación cuando hagamos el automasaje neuromuscular.

¿Cómo realizamos un automasaje neuromuscular?

El automasaje consiste en poner el elemento en el vientre muscular correspondiente y ejercer la presión necesaria. A partir de aquí, tenemos dos posibilidades. Para explicarlas, vamos a suponer que estamos tratando de relajar los gemelos, en la parte trasera de la pierna entre la rodilla y el tobillo.

Para empezar, lo que haremos será sentarnos en el suelo, sobre una superfície como una esterilla, con la pierna a trabajar estirada y la otra doblada a la altura de la rodilla, y las manos apoyadas. A continuación, colocaremos el elemento que hayamos elegido bajo la pierna y nos levantaremos levemente del suelo con las manos y con la ayuda del pie que está en contacto con el suelo. De esta manera aplicamos presión sobre la zona que queremos trabajar.

Desde esta posición están las dos opciones que he mencionado anteriormente. Por una parte, podemos mover nuestro cuerpo adelante y atrás, haciendo que el elemento físico recorra todo el vientre muscular. Esto hará un masaje más global y ofrecerá estímulos a todas las células que componen el músculo, además de ayudar con la elasticidad y flexibilidad.

En segundo lugar, podemos realizar una contracción muscular para crear más presión y mantenernos en el sitio. Esto lo haremos si hemos colocado una pelota justo en el punto que más nos molesta del músculo. Lo que estaremos haciendo es tratar lo que se conoce como punto gatillo, el punto del cual emana el dolor. El objetivo será mantener la presión unos 30 segundos y relajar la zona.

Puedes autotratar gran variedad de músculos

Con estos dos métodos, podemos aliviar gran parte de los dolores musculares. Tanto si friccionamos el músculo entero como si nos enfocamos en un punto específico, esta es una gran manera de recuperarse después de un entrenamiento intenso. O combatir una sobrecarga muscular. O simplemente disfrutar de una sensación agradable debido al efecto del masaje. En todos los casos, estaremos aportando beneficios a nuestro cuerpo.

Con esta técnica vas a poder trabajar desde las plantas de los pies, hasta la musculatura de la espalda o el cuello. Solo ponte en la posición adecuada y asegúrate de coger bien las fibras musculares desde su inserción distal hacia la proximal.

Fuente: Mejor con salud

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