Conoce las siete señales más comunes que el estrés puede dejar en tu cuerpo

Conoce las siete señales más comunes que el estrés puede dejar en tu cuerpo

  • 21/08/2018

Los síntomas se hacen presentes en órganos, músculos, piel, cabello y salud mental.

Pese a que suele asociárselo a algo negativo, el estrés es una reacción del organismo ante un desafío o demanda. En su justa medida, es una respuesta natural y útil, que ayuda en una multiplicidad de situaciones que van desde evitar el peligro hasta cumplir con una fecha límite. El problema es cuando se vuelve crónico y empieza a afectar la salud.

“El estrés no necesariamente causa ciertas afecciones, pero puede empeorar sus síntomas. Eso, a su vez, puede aumentar el nivel de estrés de una persona, lo que da como resultado un círculo vicioso”, explica el doctor Richard Lang, presidente de Medicina Preventiva y vicepresidente del Instituto del Bienestar de la prestigiosa Cleveland Clinic de Estados Unidos, en un artículo de la institución que enumera 7 “cosas extrañas” que el estrés puede provocar en diferentes partes del cuerpo:

Músculos y articulaciones

El estrés reduce el umbral del dolor, por lo que puede causar fuertes molestias, espasmos, tensión o inflamación en los músculos. Además, puede conducir a brotes de síntomas de artritis, fibromialgia y otras afecciones.

Corazón y pulmones

Un nivel alto de cortisol, conocida como la hormona del estrés, puede empeorar cuadros cardiovasculares y pulmonares (enfermedad cardíaca, ACV, hipertensión y asma, por ejemplo). Si sentís dolor u opresión en el pecho o palpitaciones, consultá a tu médico para descartar la presencia de alguna afección grave.

Piel y cabello

Si tenés afecciones de la piel como eczema, rosácea o psoriasis, el estrés puede exacerbarlas. También puede provocar urticaria y picazón, sudoración excesiva e incluso caída de cabello.

Intestino

El estrés se manifiesta en el sistema digestivo con síntomas de variada intensidad, que incluyen desde los más simples como dolor, gases, diarrea y estreñimiento hasta afecciones más complejas como el síndrome del intestino irritable y el reflujo ácido.

Hombros, cabeza y mandíbula

Los médicos lo llaman el “triángulo de tensión”. El estrés puede desencadenar dolores de cabeza por tensión, opresión en el cuello y la mandíbula, y nudos y espasmos en el cuello y los hombros. También puede contribuir a alteraciones de la articulación temporomandibular (como el bruxismo).

Sistema inmune

El estrés contribuye al debilitamiento del sistema inmune, que es el encargado de protegernos de las enfermedades. Al debilitar las defensas, nos hace más propensos a contraer enfermedades como el resfrío o la gripe, pero también puede empeorar condiciones autoinmunes como el lupus y la enfermedad inflamatoria intestinal.

Los médicos aconsejan evitar tapar la nariz y la boca al estornudar.

Somos más propensos a enfermarnos bajo condiciones de estrés.

Salud mental

El estrés puede provocar síntomas de depresión y reducir el entusiasmo por las actividades que solías disfrutar, desde pasatiempos cotidianos hasta el sexo. Quienes lo sufren, también tienden a comer mal y hacen menos ejercicio, lo que fortalece los síntomas.

Sentirse deprimido por el estrés no es un fracaso personal. Le sucede a la mayoría, así que no tengas miedo de buscar ayuda. “Los síntomas pueden tratarse, pero la clave está en encontrar y tratar la verdadera causa del problema”, afirma Lang.

Fuente: Clarín

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